Como es su costumbre el gobierno acaba de generar otro escándalo de proporciones mayúsculas:
Amenazan con detenerla, mientras encarcelan a renombrados dirigentes históricos de su movimiento político, acusándolos con un juez expulsado de una causa que encima no constituye ningún delito.
Pareciera que no se animan realmente a detenerla, porque podrían haberlo hecho hace solo unos días, cuando aun no tenía fueros.
Por Cristina le pasan la pelota al Senado de la Nación, más específicamente a Picchetto, a Schiaretti y demás cipayos pseudo peronistas, cómplices absolutos del actual estado de represión, persecución política y del desguace de la nación, quienes posiblemente vean aquí una oportunidad de intentar lavarse las imborrables manchas que les están dejando la rebaja de las jubilaciones, la renuncia a los reclamos de las provincias y su intención de llevar las leyes laborales al siglo 18
Cuando uno busca el motivo, la razón, de hechos incomprensibles, suele centrarse en una sola causa, cuando la mayoría de las veces, concurren varias razones para que estos hechos se produzcan.
Que quiere lograr el Gobierno con esto? Y porqué ahora?
Podemos pensar que hacen esto:
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Solamente porque pueden.
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Simplemente por el odio al peronismo
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Por venganza de Magnetto.
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Para terminar de hundir, ahora en el olvido, su responsabilidad por los 44 marinos del ARA San Juan.
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Quizá para ocultar también la imparable cantidad de imputaciones a funcionarios por corrupción desde Panamá Papers, Correo, Oderbrecht, Paradise Papers, la hormiguita Ocaña etcétera.
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Para tapar el creciente deterioro de la imagen del gobierno por los nombramientos de la parentela en altos cargos nacionales.
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Para desdibujar el brutal deterioro de los salarios
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Para tratar de lograr torcer el rumbo complicado que están teniendo las reformas previsional, fiscal y laboral en el Congreso, mediante la exhibición de la cabeza del Chacho Peñaloza en las plazas de la República para disciplinar a los legisladores aún díscolos.
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Para azuzar en Diciembre reacciones violentas, que justifiquen intervenciones violentas internas y externas como ha ocurrido en la llamada primavera árabe, para terminar de avasallar todos los derechos.
“La estrategia es debilitar y corromper por dentro a la Argentina, destruir sus industrias, sus fuerzas armadas, fomentar divisiones internas apoyando a bandos de derecha y de izquierda. Atacar su cultura en todos los medios. Imponer dirigentes políticos que respondan a nuestro imperio. Esto logrará la apatía del pueblo y una democracia controlable, donde sus representantes levantarán sus manos en masa, en sumisión. Hay que humillar a la argentina”
Cada uno de nosotros podrá visualizar más razones posibles, pero seguramente todos las aquí enunciadas y las que cada uno pueda agregar a esta lista, conformarán un concepto general parecido al que se atribuye a Churchill y que el general Perón describía cuando hablaba del accionar de la Sinarquía Internacional.
Este gobierno ha venido a destruir, a desguazar, a africanizar no solo nuestro país, sino a toda Latinoamérica y es muy posible que ellos y sus mandantes extranjeros estén percibiendo que su camino se está empantanando, tanto aquí, como en Chile y en Brasil, y como aquellos que se hunden en el barro, se desesperan, y mientras mas movimientos desesperados hacen, mas rápido se hunden.
Lo malo es que a veces la desesperación del que se hunde suele ser peligrosa para los que andan cerca.
Humberto Vera