Unidad

Ha llegado la hora de deponer intereses personales. Unidad con todos aquellos que no estén con la embajada. Y asegurémonos de que en la unidad tengamos verdaderos representantes de los intereses del pueblo

lunes, 15 de marzo de 2010

Carta Abierta Córdoba: " CORAJE CÍVICO EN HORAS INCIERTAS"

El país vive horas inciertas. El neogolpismo –protagonizado por la unidad transitoria de opositores en el Congreso Nacional y sostenido por el poder mediático- ha dado un paso que pretende atar de pies y manos al gobierno nacional. En su intento, nunca como ahora, desde la rebelión de los empresarios agroexportadores a la fecha, se han mostrado tan desnudos en sus objetivos desestabilizadores, tan desprovistos de valores éticos, tan afectos al doble discurso, tan proclives a la praxis de que sus fines mezquinos justifican los medios, tan desinteresados en el presente y en el futuro de todos los argentinos.

Nadie ignora que los que integramos el espacio Carta Abierta Córdoba, compañeros que vienen desde distintas procedencias políticas, apoyamos sin dudar el proyecto nacional y popular en construcción, incorporado de pleno a la hora excepcional de una nueva realidad latinoamericana que ha aceptado el desafío de intentar caminos alternativos a la exclusión neoliberal.

Lo apoyamos en nombre de los trabajadores que han recuperado el derecho de discutir salarios y condiciones laborales con los patrones en paritarias, defendiendo su dignidad; por los 4 millones y medios de hermanos argentinos que accedieron a un trabajo en blanco, con asignaciones familiares y aportes jubilatorios, dejando en parte atrás el dato infame de 25 % de desocupación que teníamos en el 2003. Por los más de 100 mil operarios cuyas empresas recibieron subsidios para que no ingresen al infierno de la desocupación.

Lo apoyamos en nombre de los 2 millones 200 mil argentinos que accedieron al sistema jubilatorio, a los que le habían birlado ese derecho porque el modelo neoliberal le había hecho imposible los aportes, porque quedaron cesantes, porque cerraron las empresas en las que habían dejado la vida trabajando. Por el millón de conciudadanos que han accedido, desde 2003, a pensiones no contributivas. Por todos, los viejos y los nuevos, que todavía lejos de la dignidad, acceden a recomposiciones salariales dos veces al año, en forma automática.

Lo apoyamos por los 3 millones y medio de chicos argentinos que hasta hoy han ingresado a la asignación universal por hijo, a cambio de asistencia escolar y prevención sanitaria. Por la decisión inédita de destinar el 6 % del Producto Bruto Interno a la educación, en una clara apuesta al futuro.

Lo apoyamos, porque en el universo de indignidades que viven los maestros argentinos, se ha dado un paso con la decisión de fijar un piso salarial que contribuya a la equidad educativa. Lo apoyamos por el esfuerzo de desarrollar la infraestructura educativa, que en este bicentenario llegará con 1000 escuelas nuevas construídas en los últimos siete años.

En nombre, también, de los postergados docentes universitarios que desde 2003 a la actualidad, han logrado aumentos del 450 %, no sin luchas y todavía lejos de la justicia.

Lo apoyamos porque las políticas redistributivas, con sentido social, aún insuficientes por años de ignominia que nos dejaron los gobiernos de los ajustes y de la exclusión, se han convertido en eje de un modelo que se inscribe en las mejores tradiciones de los proyectos nacionales y populares.

Lo apoyamos en nombre del coraje cívico de rescatar los fondos de los aportes jubilatorios, al servicio de los grandes grupos económicos, para ponerlos al servicio de todos los conciudadanos. Por la recuperación del Área Material Córdoba, de Aerolíneas Argentinas. Por la concreción de la Ley de Medios Audiovisuales, en contra del monopolio de la información y por la democratización de las comunicaciones.

Por la decisión inalterable de poner fin a la impunidad de los crímenes y los criminales de la dictadura militar, como un inmenso acto de reparación al pueblo argentino.

Son sólo algunas razones que nos deciden al apoyo más decisivo, con la clara conciencia de que nos falta mucho para modelar la Argentina solidaria, pero con la convicción de estar en el camino. Con la convicción de que lo que ya hemos logrado no se negocia.

Es un momento crítico que nos exige participación activa. Lo que está en juego en la actitud neogolpista en el Congreso Nacional, en la oposición a la utilización de las reservas para el pago de deudas contraídas por los que hoy buscan atajos, está el deseo de retornar al modelo del endeudamiento externo, de la política de ajuste, con la intención manifiesta de que la crisis mundial sin precedente en su dimensión, sea pagada finalmente por los trabajadores.

Las amenazas del retorno al pasado son reales. Basta echar una mirada a la composición de lo que han llamado el bloque A, que abarca desde Menem, uno de los artífices de la política neoliberal más devastadora para los intereses nacionales y populares, hasta Pino Solanas, el compañero que hasta ayer creímos un ardiente defensor de esos intereses, al igual que Libres del Sur ya retirados de las filas del Proyecto Nacional y habiendo declarado juicio penal a la presidenta retornaron con Luis Juez ( defensor del bloque opositor de derecha ) pasando por Carrió, con sus delirios apocalípticos que se renuevan sin cumplirse; Morales, el enterrador del radicalismo de Irigoyen y émulo de De la Rúa; Pinedo, exponente del linaje de la sumisión a los dictados imperiales; De Narváez y Macri, que se proponen como los gerentes del modelo neoliberal. Al que debemos sumarles los nombres de los fogoneros cordobeses Aguad, Juez y Morandini. Todos bajo la advocación de Cobos, el insignificante traidor, convertido en “ejemplo ético” de una unión transitoria que invocan institucionalidad y republicanismo que nunca practicaron. Y la bendición de los monopolios mediáticos, que usando la mentira y la calumnia, construyen diariamente el país mediático, que está de espaldas al país real.

En estas horas inciertas, tenemos que organizar el NO a los intentos destituyentes, el NO al retorno al pasado neoliberal, el No a los que quieren frenar las políticas sociales, el NO a los que postulan nuevos endeudamientos, el NO a los que pretenden que rompamos la alianza latinoamericana.

Y para que ese No sea potente, debemos decir Sí al gobierno nacional, instándolo a proseguir profundizando el proyecto nacional y popular, ampliando sus bases sociales, afinando la lucha contra los monopolios formadores de precios que atentan contra el salario de los trabajadores y el pueblo debilitando la protección social; acelerando la instrumentación de la nueva Ley de Medios Audiovisuales para dar voz a los que no tienen voz; proyectando en conjunto con otros sectores las grandes modificaciones a la Ley de Entidades Financieras.

Es preciso estar alertas y si fuera necesario volver a ganar las calles de todo el territorio argentino, en defensa de este proyecto popular. Un proyecto que gracias a cada medida y decisión política adoptada ha logrado sostener una democracia joven que comienza a caminar fuera de los mandatos imperiales, una democracia sin represión ni planes de ajuste, con voces de soberanía nacional, y con mayores niveles de participación y justicia social para todos.

Carta Abierta Córdoba
http://www.cartaabiertacba.com.ar

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