Aportes a un debate en el
kirchnerismo de Cordoba
Hablar o reflexionar sobre la renuncia de Carolina Scotto es
complicado, porque especular sobre motivaciones políticas en el asunto es poner
en duda su honestidad y es suponer que ha mentido por escrito al pueblo de la
Nación, y no tengo en absoluto ninguna razón para pensar que ello es así.
Creo que lo más importante es tratar de mirar con la mayor
honestidad posible, los efectos de la situación que su renuncia plantea en
comparación con la que hasta prácticamente ayer imaginábamos sobre las
posibilidades de establecer con fuerza el proyecto nacional en Cba.
Entre los que intentamos instalar este proyecto nacional en
Córdoba, hay quienes honestamente creen que esto es insignificante, que nada
cambia y que hay que poner garra
para seguir adelante como si nada hubiera ocurrido.
Hay quienes piensan que es un cambio importante y perjudicial
pero que no hay que manifestarlo pues ello produce desaliento en los militantes
y nos debilita ante los adversarios.
Hay quienes sienten que se baja un competidor y eso pone a su
agrupamiento mas cerca de la cabeza de una lista, etc. etc. En fin, hay variadas visiones del asunto.
Yo creo que es un cambio altamente perjudicial, muy grave que
nos hace retroceder muchos casilleros y que hay que plantear ámbitos de
discusión que no tienen porque ser cerrados, sino al contrario debemos animarnos
ya discutir abiertamente, de manera correcta y positiva, buscando
soluciones porque el secretismo sectario
y el mecanismo de toma de decisiones en
círculos cerrados es, entre otras, una
de las causas de esta situación tan precaria de desarrollo político en la
provincia.
Por otro lado debemos intentar un debate serio y respetuoso,
sin responder a los meros insultadores que sirven solo para romper, para ver si
se logra instalar un clima de discusión con entidad más o menos importante ya que en
realidad no hay espacios de discusión actuales que puedan influir en decisiones
políticas relevantes.
Creo que hay intentar construir ese espacio, partiendo de
reconocer que los liderazgos actuales tienen una enorme responsabilidad sobre el
estado actual de las cosas y que seguramente tendrán dificultades para
reconocerlo.
Desde lo político creo que si bien debemos atribuir a la
Presidenta el acierto desde el punto de vista del resultado electoral, de
candidatear a Carolina en las legislativas, debemos entender que el acierto
consistió en percibir que era ella y no
otro candidato, quien podía contribuir a recoger más eficientemente la mayor
cantidad de votantes que en la provincia manifestaban afinidad con la
presidenta, es decir transformar eso que
las encuestas llaman "imagen positiva" en intención de voto y luego en votos
concretos.
Con Carolina se logró eso, por sí misma y creo también que es justo decirlo, por su
condición de ex rectora de la UNC, una de las instituciones que la mayoría de la
ciudadanía cordobesa valora de manera altamente positiva.
También y esto es un tema importante, su origen político no
peronista generaba en Córdoba, al
encabezar la lista, una situación muy importante en cuanto a que ella encarnó la
vocación transversal, amplia y no sectaria del proyecto nacional, lo cual nos
acercó con mucha fuerza a amplios
sectores medios, intelectuales, estudiantiles etc. que en Córdoba suelen ser
reacios, salvo en muy especiales proceso históricos, a aproximarse a propuestas ligadas al
peronismo.
Esto último, a mi criterio, deja claro que hemos perdido a
quien expresaba -lo demostró- la posibilidad de arrimar a sectores medios y que
habrá que tratar de encontrar un reemplazo con esas características, porque de
otra manera todo el esfuerzo que hagamos en estas próximas elecciones será en
vano, y solo servirá para que a Córdoba la gobierne quien pueda beneficiarse
tangencialmente por nuestra participación.
Hasta ahora creo que la mayoría de nosotros (yo al menos)
tenía un esquema en el que entraban Accastello, Carolina, los intendentes del
interior que adhieren, tal vez Ruitort, los enojados del PJ cordobés y el conglomerado de agrupaciones
kirchneristas, peronistas kirchneristas, etc. , todo ello con el empuje de la
estructura nacional, en un contexto altamente favorable en lo local dado el
enorme deterioro y descomposición política del delasotismo y el desprestigio
enorme del mestrismo, que está generando un escape de sectores medios de los
partidos tradicionales.
Allí es donde personalmente pienso que estaba el principal
rol de Carolina, es decir contribuir
mucho, a que esos sectores desengañados tuvieran un canal de acercamiento
electoral hacia nosotros, que ahora sin esa puerta, tenderán a ir
mayoritariamente hacia la "honesta, simple y familiera" coneja Baldacci, y/o al
"impoluto" Luis Juez, si se presenta.
En la elección de legisladores de 2009 con Accastello no
logramos atraerlos, fuera por lo que
fuera, y no veo que ahora eso se haya modificado.
Desde lo organizativo, creo que a partir de ahora el desafío
más complicado es lograr una solida y aceitada coordinación entre las innumerables
estructuras que de alguna manera se manifiestan Kirchneristas.
Esto históricamente se resuelve por la participación de un
líder claro que surja de manera natural, o por algún sistema asambleario de esos
que suelen surgir en épocas de crisis profundas pero que también suele ser de
poca duración.
Creo que todos ahora tenemos necesidad y posibilidades de
aportar y sería bueno que este debate lograra tener continuidad y que quienes
tienen posibilidades de promoverlo con fuerza, tengan también la voluntad de
animarse a hacerlo.
Humberto Vera
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